Sentado en la banca de concreto salpicado de brillantes, el ritmo de mi pie que se acompaña con la suela, no se deja de mover por la melodia que imagino, se oculta y vuelva a apareceer como surcando lagunas, de essas regiones inospitas y efimeras, es esa magia que se crea por una cultura pop, y sus melodias repetidas, astab que sin darnos cuenta pasan a ser propias para acompañarnos en esos momentos que necesitamos de ellas, como lo es en este momento, con esa incertidumbre bajo el brazo.

Sin relog, sin monedas, sin pasaje de regreso, el viento juega con mi cuerpo al esquivarlo y cubrirlo. Hojas caidas, papeles desechados y sin dueño, quizá sea una oportunidad de saber hasta donde se és dependiente de que lo que espera uno. Ubicado en medio de tantas personas que estan entretenidas en su propia relidad, conjunto de anónimos todos al final de todo, que coincidimos ahi.